Sin pólvora todo es más difícil: el resumen del Betis 1-0 Liverpool

Diecinueve años después. Es el periodo que debieron esperar los béticos para volver a medir sus fuerzas con el Liverpool, uno de los rivales más atractivos del mundo. Era la primera gran prueba del Real Betis en verano, después de vencer a un modestísimo Austria Salzburgo, y sirvió para medir hasta qué punto van asimilando conceptos en el nuevo proyecto de Manuel Pellegrini. Un duelo típico de pretemporada, con más cartel que nivel, donde se notó la falta de ritmo... y que solo pudo desequilibara una genialidad de Salah (y Szoboszlai).

Puedes ver las mejores jugadas, el gol y el resumen en el video de arriba.

Comenzó sorprendiendo el Real Betis, mostrando una idea de juego muy dispar a la que implantó Manuel Pellegrini hace un lustro. Un equipo a contraestilo, con los laterales -Sabaly y Perraud- muy abiertos, defendiendo posicionalmente y aguardando sus opciones. El conjunto verdiblanco se supo bien plantado sobre el césped estadounidense, fijando bien las líneas y esperando en campo propio para hacer daño al contragolpe.

Especialmente incisivo se le vio en la presión tras pérdida, buscando generar errores del Liverpool en campo propio a través de robos que dinamitasen jugadas rápidas. Con un William Carvalho inspiradísimo (el mejor del equipo), el Real Betis buscó transiciones céleres a través de las cuales lograba romper líneas en el rival, muy endeble cada vez que la medular bética adelantaba su posición. Fue un choque estratega, con más movimiento en el centro del campo que en las áreas.

El Betis buscó hacer daño al contragolpe

Endo, en el 10', ponía sobreaviso al Real Betis, que replicó con un disparo seco de Altimira que se marchó cerca de los dominios de Kelleher. Avisaron de nuevo los verdiblancos a través de un sensacional robo de William Carvalho, quien lanzó un contragolpe que Nabil Fekir -cuyo disparo se fue arriba- no supo culminar. Otra vez aparecía en los focos el mediocampista luso, que a este nivel complica y mucho su futuro. Sabe que está en la rampa de salida y él mismo entiende la situación, pero la falta de ofertas (pese a que se le mueve en mercados exóticos) y la insistencia de Pellegrini, además de su gran nivel ofrecido, genera todavía más incertidumbre en torno a su figura.

Era William Carvalho el mejor junto a Nobel Mendy, que ratificó por qué tiene encandilado a Manuel Pellegrini. Corpulencia, rapidez al corte, personalidad y una corpulencia imponente que le hacían ser uno de los mejores del Real Betis... hasta que pecó de ímpetu. Al filo de la media hora cometió una imprecisión saliendo de zona y dándole espacio de sobra para que Szoboszlai le cogiese las cosquillas.

El húngaro encontró espacios gracias a ese error y rompió las espaldas de la defensa bética filtrando un pase interior a Salah, cuya carrera fue una utopía imposible de igualar para Perraud. Ahí el egipcio demostró por qué es uno de los mejores del mundo. Llegó, se paró, levantó la cabeza y ejecutó, brindando un pase atrás sensacional para que Szoboszlai, de nuevo, batiese a placer a Adrián, que antes había cuajado un par de buenas intervenciones.

A raíz de ese primer golpe intentó reponerse el Real Betis, pero la ausencia de futbolistas de control en zona de tres cuartos le incapacitó a la hora de crear peligro... hasta que el colegiado indicó el paso por vestuarios.

Sin ton ni son tras el descanso

Después del descanso, la emoción se fue diluyendo. El carrusel de cambios de ambos equipos rompió cualquier atisbo de estabilidad en el encuentro, sin apenas minutos de continuidad para que cualquiera se asentase. Se vio una versión mucho más comedida del Real Betis, que dio un paso atrás y entregó el balón al Liverpool, aunque apenas generó peligro más allá de algún centro de Tsimikas.

La entrada de Rodri Sánchez e Iker Losada, ya en el tramo final, le dio algo de dinamismo al juego del Real Betis, que tuvo el empate en las botas del extremeño, pero el guardameta rival sacó el pie para privarle del gol. Más allá de eso y algún arreón esporádico del Liverpool, el partido se fue consumiendo hasta llegar al pitido final.

Así se llegó al 1-0 definitivo, aunque en esto de las pretemporadas el resultado importa de poco. Más allá de la derrota, el Real Betis evidenció la necesidad de fichajes, de rodaje y de automatismos para ser un equipo ganador, aunque sí que compitiese por momentos ante un Liverpool cargado de ausencias. Por delante, tiempo suficiente para corregir, mejorar y llegar al inicio de LaLiga con una versión mucho más reconocible.