Una peña bética clandestina en Nervión: "Es como si fuese una isla desierta rodeada de tanto mar"

La rivalidad en Sevilla se vive de una manera especial, sobre todo en la antesala de un derbi como el que se disputará este domingo, a las 18:30 horas, en el Ramón Sánchez-Pizjuán, correspondiente a la novena jornada de LALIGA EA SPORTS. Un duelo que, como suele ocurrir en estos casos, paralizará la ciudad durante casi dos horas, que ya se lleva una semana disputando entre las aficiones de uno y otro equipo y cuya resaca se hará especialmente difícil, durante las semanas posteriores, a los seguidores del equipo que caiga derrotado.

Este tipo de partidos siempre nos dejan historias curiosas. Algunas tienen que ver con los principales protagonistas pero, otras, aparecen lejos del rectángulo de juego. En esta ocasión, hablamos de una peña bética. Algo que, a priori, no tiene mucho de novedoso, pues son muchas las que el conjunto verdiblanco tiene repartidas no solo por Sevilla o Andalucía, sino por toda España. Lo llamativo es que se trata de una peña clandestina. Una clandestinidad que viene marcada por su ubicación: en pleno barrio de Nervión, territorio del eterno rival. Las cámaras de ElDesmarque han estado allí, donde los socios se han reunido para ver en directo la derrota ante el Legia de Varsovia en la primera jornada de la Conference League.

Un espacio bético en una zona mayoritariamente sevillista

Dani Gil, presidente de la peña, explica la idea originaria de la misma, definiéndola como "un espacio bético en una zona mayoritariamente sevillista". Utilizando una metáfora, es "como si fuese una isla desierta rodeada de tanto mar", declaraba. El motivo es que, por su ubicación, se sitúa muy cerca de tres peñas sevillistas, a escasos 750 metros del Ramón Sánchez-Pizjuán.

Una ubicación, eso sí, que prefieren mantener anónima, por respeto a la mayoría sevillista de la zona: "No les gustaría perder un partido y encontrarse con un cartel que ponga Peña Bética", afirma. Por ello, la peña carece de distintivos en el exterior y se encuentra en una zona poco concurrida. Todo con el fin de "evitar problemas". Tampoco se puede encontrar por internet ni en las redes sociales: "Primero tienen que contactar con nosotros y ya se la pasamos a cualquiera que quiera venir".

Y es que ser bético en Nervión es estar en minoría y, en ocasiones, difícil: "Yo ahora vivo en las traseras del Sánchez-Pizjuán y, cuando marcan o en la época que ganaban mucho, pensaba: me cago en la leche estos tíos".

Buena convivencia pese a la rivalidad

A pesar de la mayoría sevillista, los socios aclaran que la convivencia, por regla general, es buena. Eso sí, existe mucho pique: "Cuando vamos a los sitios pues no vamos diciendo que somos del Betis o nos recatamos un poco más, como la peña. Nunca se sabe quién puede tomárselo mal".

Se trata de una peña en constante crecimiento que ha pasado de apenas unos doce socios a casi 140: "En Nervión también hay mucho bético, aunque parezca que no", comentan con cierta dosis de guasa.  Sobre el derbi del domingo, "lo viviremos aquí en la peña, con mucha pasión pero con la tranquilidad y sosiego que requiere estar cerca del estadio rival. Queremos mantener la cautela", insisten. Una peña, no obstante, en la que también hay cabida para aficionados rivales, como es el caso de un hombre que afirma no ser futbolero pero sí simpatizante del Sevilla: "Nos están empezando a conquistar", comenta entre risas.

Cuando se les pregunta por un resultado para el encuentro del domingo, llama la atención el hecho de que todos los encuestados coinciden en que el resultado será 1-2, favorable al equipo de Manuel Pellegrini. Una peña bética clandestina, en el barrio de Nervión, cuyo reportaje se puede ver en el vídeo superior.