Chimy Ávila explica su celebración: "Me partió el corazón los gritos de muérete"

Tenía que ser él. Es ley de vida. Es la ley del fútbol. Chimy Ávila apenas tardó treinta minutos en lograr su segundo gol con el Real Betis en LaLiga, algo que se le resistía desde el mes de febrero, contra el Athletic Club. El argentino copó todos los focos en su regreso a El Sadar. Se llevó la ovación del público local nada más salir a calentar, pero el sentir de la hinchada navarra sería bien distinto unos minutos después. Justamente tras el gol que brindaba el 1-2 a los hispalenses.

Él se lo guisó y él se lo comió. Chimy Ávila, gracias a su presión adelantada, habilitó el error de Boyomo, que derribó al atacante justo después de robarle la pelota. En ese libre directo el Real Betis -por fin- se valió de la estrategia para, después de un cabezazo de Marc Bartra, convertir el 1-2 gracias al rebote que aprovechó el propio argentino. Él provocó la falta y él mismo logró el tanto.

Chimy Ávila celebró el gol con rabia

Fue ahí cuando el delantero sorprendió a todos. Lejos de disculparse o celebrarlo de manera comedida, lo festejó por todo lo alto. Algo que por otra parte debe ser normal para un delantero que necesitaba desquitarse de la presión. El argentino lo celebró junto a sus compañeros, tirándose al suelo, y luego con especial dedicatoria para Adrián San Miguel. Un gesto que no gustó a la afición de Osasuna, que reprobó su actitud con pitidos desde la grada, que también reprendió con insultos.

Luego, el futbolista ofreció su versión sobre lo sucedido: "Ya saben el cariño y el amor que tengo por esta afición. Es una mezcla de sensaciones. Estoy desilusionado por los pitidos y los insultos, pero entiendo también a la afición. No guardo rencor. Es fútbol. Es el oficio del fútbolista. Me partió el corazón el aullido de muérete cuando uno tiene los hijos en la grada. Si la gente se tomó como celebración pido perdón, pero que me reciban en el estadio así... Yo venía con ilusión toda la semana, inculcando a mis hijas que a papá le iban a aplaudir, pero salieron así las cosas".

Lo cierto es que, pese a ser un futbolista muy querido por Pamplona, su salida no sentó del todo bien en la planta noble del club. Las reacciones por su marcha no tardaron en producirse. Braulio Vázquez, director deportivo del equipo navarro, ha criticó su salida del club: "Somos conscientes de que si se hubiese quedado, en julio valdría menos dinero. El club se ha movido bien en este mercado, estamos satisfechos, aunque personalmente no me gustó lo que hizo el Chimy, me pareció lamentable", confesó en el mercado invernal.

Aun así, el Chimy Ávila siempre ha tenido palabras de cariño al club que le dio la oportunidad de su vida... pero el gol es el gol. Algo que necesitaba como agua de mayo.