Miren la fotografía. Ahí se resumen muchas cosas, pero hay una muy clara: es el abrazo del Betis. El abrazo de muchos béticos. El abrazo de lo que hay y de lo que puede llegar. Es el abrazo de la verdad. El abrazo de la élite máxima. El abrazo de los dioses. El abrazo del fútbol. Son Manuel Pellegrini e Isco Alarcón. O Isco Alarcón y Manuel Pellegrini. Elijan el orden. O, simplemente, quédense con los dos. Es el abrazo de un Betis que quiere hacer historia tras colarse ya en los cuartos de final de la Conference League. Un golpetazo en la mesa. Un aviso. Unas cuantas noches sin dormir. Un sueño por cumplir. Pero Isco y Pellegrini quieren más para este Betis. Sigan su camino.
Porque la exhibición del Betis en Guimaraes no debe quedarse ahí. El Betis no ha ganado aún la Conference, ni mucho menos. Ni tiene el billete para Europa la próxima temporada. Sólo hay que escuchar a Pellegrini y a Isco: sabias palabras. Faros y guías del Betis. Ahí tienen la fotografía para corroborarlo. Ahí tienen a sus compañeros para demostrarlo. Y para seguir su camino. El partidazo de muchos ante el Vitoria es un paso al frente de verdad. De equipo serio. Pero un equipo que todavía debe exigirse más.
Y lo primero es competir en Leganés como estas últimas semanas. Quienes jueguen, da igual. O no. Luego llegarán unos días de tranquilidad relativa, porque en el horizonte está el derbi. Y no es un partido más. "Isco tiene la frustración del Sevilla", dijo Pellegrini sobre el nivelazo actual del malagueño y su trayectoria. Una frase cuyas palabras, por separado y todas juntas, dicen mucho. Sus compañeros ya se han puesto manos a la obra para cumplir un sueño. Su sueño y el de muchos béticos. Y ese sueño no debe quedarse 'sólo' en la Conference. La plaza para la Champions League está ahí también.
En el club, en el propio Betis, también sueñan. Faltaría más. Es el momento de la unión, de demostrar que quieren hacer historia y de ser históricos. Desde su presidente, Ángel Haro, hasta el bendito trabajador que arregla el césped. Porque los fichajes de Pellegrini y de Isco y sus renovaciones (ya debería estar cerrada la del crack malagueño) son mérito de quienes apostaron por ellos. Pero ahora deben seguir trabajando para llegar al éxito. Como hace Pellegrini. Como hace Isco. Con futbolistas buenos, Pellegrini es aún mejor. Con compañeros buenos, Isco es aún más top. Y, si ellos disfrutan, lo hará todo el beticismo.
Esos béticos que esperan ya con ansias para comprar su entrada ante el Jagiellonia Bialystok polaco. No vuelvan a cometer el mismo error, el Benito Villamarín tiene que ser una caldera. Ni un asiento libre. Ni una voz callada. Que se escuchen cánticos por Manuel Pellegrini y por Isco será una buena señal. La señal del éxito. Como ese abrazo en Guimaraes. No será fácil, claro está, pero el camino está marcado.