La humildad de Natan tras su error en el 1-0 del Leganés: "Es culpa mía"

Dos desconexiones defensivas fueron suficientes para que el Leganés pusiese contra las cuerdas al Real Betis, aunque por suerte apeló a la heróica, obró la remontada y logró igualar al Villarreal en la quinta plaza, lo que les hace depeneder de sí mismos para agarrar una plaza para la próxima edición de la Champions League. Y eso que no fue fácil. El conjunto pepinero buscó las costuras al cuadro que dirige Manuel Pellegrini, condenado por evidentes carencias atrás que asestaron una losa imposible de superar. El error grosero de Natan, las desconexiones de Romain Perraud, los problemas en la marca de Diego Llorente, la falta de contundencia de Adrián... Demasiados errores como para lograr un triunfo que se antojaba trascendental. Un cúmulo de despropósitos que dieron alas al rival.

Natan se disculpó por su error

Y es que dos goles del cántabro Dani Raba, titular este domingo de manera inesperada como delantero centro, permitieron al Leganés marcharse al descanso con una cómoda ventaja durante el duelo liguero de la jornada 28 que le enfrenta al Betis en Butarque.

Raba, adelantó a los suyos al filo de la media hora, tras una buena jugada individual posterior a un fallo del brasileño Natan. El brasileño se tomó demasiadas licencias en el centro del campo, pero su error en el control habilitó al ariete rival. Luego Diego Llorente intentó corregir y por momentos trabó a Dani Raba, pero le faltó ser algo más expeditivo, algo impropio en él, y el delantero del Leganés se rehizó para batir a Adrián a la media vuelta. Una jugada en la que, por cierto, el guardameta pudo hacer algo más. Más adelante, en los compases finales de la primera mitad, dio lustre a un buen centro del exbético Juan Cruz desde la derecha para ampliar la renta. Una acción en la que salió retratado -otra vez más- Romain Perraud.

Sea como fuere, es evidente que la acción la desequilibró ese error de Natan. El brasileño no escurrió el bulto y reconoció el fallo. De hecho se acercó a Diego Llorente y a sus compañeros para pedirles disculpas. "Es culpa mía", decía. Un reconocimiento que honra la humildad del brasileño y que por suerte quedó en agua de borrajas, gracias a la heróica remontada del equipo.