Frustración, enfado y desánimo. Marc Roca, a menos que el doctor diga lo contrario, pasará por quirófano nuevamente para volver a ser operado después de no superar su última lesión. El jugador, que volvió a la convocatoria el pasado fin de semana, no podrá viajar hasta Polonia y no podrá, a la espera de cambio radical, jugar más esta temporada. Hasta Manuel Pellegrini tuvo que irse al gimnasio a consolarle.
De ser el hombre llamado a ocupar el mediocampo en el lugar de Guido Rodríguez, a apenas poder jugar 17 partidos en toda la temporada. Marc Roca comenzó el año como un auténtico tiro, no se perdía nada y su confianza estaba por las nubes.
Sin embargo, su calvario personal arrancó en octubre. A mediados de mes sufrió una lesión en su tobillo que le apartó de los terrenos de juego casi tres meses y le restó, como es lógico, muchísima importancia en el equipo.
A pesar de ello, Pellegrini no dejó de confiar en él. Fue sumando minutos poco a poco y justo en su mejor día, ante la Real Sociedad, volvió a sufrir una nueva lesión. Otra vez tocaba recuperar.
Sin apenas minutos en la Conference League, Marc Roca esperaba ser parte importante en esta recta final de la temporada, ayudando tanto al mediocampo como incluso a la defensa, donde la lesión de Diego Llorente le abría la puerta de sumar minutos, pero este miércoles se acabó todo.
Tras arrancar el entrenamiento con el grupo, el futbolista sintió unas molestias y tuvo que abandonar la sesión. A su marcha dejaba un golpe a sus zapatos y un gesto muy serio. Frustración absoluta.
Tal era la situación que hasta Manuel Pellegrini tuvo que acudir al gimnasio para charlar con él, interesarse por su estado físico e intentar animarle. Posteriormente, en sala de prensa, el chileno confirmaba la peor noticia: "Seguramente tendrá que pasar por quirófano".
Solo un giro inesperado salvará a Marc Roca de la operación. El ex del Espanyol cerraría a mediados de abril una temporada que empezó siendo ilusionante y acabó siendo un auténtico calvario.