El futbolista del Real Madrid, James Rodríguez, era cazado ayer por la Policía a 200 kilómetros por hora por la M-40 cuando se dirigía al entrenamiento del equipo a Valdebebas.
El colombiano ignoró las llamadas de los policías para que que se detuviera, y los agentes tuvieron que entrar en al Ciudad Deportiva en busca del jugador. Una vez en su interior, James pidió disculpas y declaró que se asustó al ver el coche policial de incógnito y temió que fuera un secuestro.
No es el primer episodio que vive el Real Madrid con el exceso de velocidad de sus jugadores. Benzema fue también cazado a 200 kilómetros por hora y, posteriormente, conduciendo sin carnet.