Nada, o casi nada, ha cambiado desde el último año. El Real Madrid, una temporada después, volverá a luchar por levantar un nuevo título, esta vez en Cardiff, de la Liga de Campeones. Mientras tanto, en Barcelona, un nuevo jugador, en un nuevo escenario, 'se viste' con la camiseta del rival blanco. Un año después, la misma historia.
"Espero que la final de la Champions la gane el mejor. A nivel personal, eso sí, prefiero que gane la Juventus", aseguraba Gerard Piqué en rueda de prensa este viernes antes de jugar con su equipo la final de la Copa del Rey. Algo que, curiosamente, se 'parece' a las palabras pronunciadas por Xavi Hernández, otro culé, justo hace un año. "La historia siempre te da una segunda oportunidad. Estamos ante la misma final de Lisboa, es el momento de que el Atlético se lleve el trofeo a casa", explicaba el exjugador en una conferencia realizada el pasado año a estas alturas.
Dos declaraciones muy parecidas que bien muestran que, tras 365 días, todo sigue igual: el club entrenado por Zidane clasificado para la final de la Champions League y el otro lado, el FC Barcelona, 'fichando' por los equipos rivales en dicho partido.