Indignación por la invasión de campo en la celebración

La celebración del Real Madrid sobre el césped del Estadio Nacional de Gales tuvo un punto negativo, y es que la seguridad del estadio permitió la entrada en el césped de numerosos aficionados, más allá de los habituales familiares de futbolistas.

 
Sobre el césped del estadio galés se vivió un auténtico descontrol. Las autoridades británicas no daban abasto ante la gran cantidad de personas que pedían acceder al verde, sin saber además si eran familiares de los jugadores o aficionados que simplemente querían colarse.
Ante este caos, la UEFA decidió que los jugadores no se podrían acercar a la grada. Esto causó un tremendo enfado en jugadores como los capitanes Sergio Ramos y Marcelo, deseosos de celebrar la copa con los aficionados que seguían en el estadio galés y que no podían ante la marabunta de gente. Algunos incluso terminaron a empujones con algunos fotógrafos.
Tampoco ayudó la masiva presencia de familiares. Más allá de las parejas e hijos, todo tipo de parientes se dio cita en el terreno de juego imposibilitando la fluidez en la celebración. Un punto negro que no debe empañar los festejos ante la gesta de lograr la 12ª Copa de Europa del equipo merengue.