El Real Madrid reaccionó a su irregular momento en LaLiga Santander tras dos empates de local consecutivos, rescatando su potente imagen de campeón en Anoeta, sin acusar las seis bajas con las que contaba, con Borja Mayoral silenciando el debate del 9, Gareth Bale recuperando la confianza perdida en su estadio preferido y un fútbol control amparado en Isco y Modric.
1. Bale recupera la confianza perdida: no tuvo presencia continua en el juego del Real Madrid, pero explotó sus virtudes en una jugada para sentenciar el duelo. De un plumazo, con espacios para reencontrarse con su velocidad, borró los miedos psicológicos a lesiones, alcanzó 35 kilómetros por hora y definió a la perfección picando el balón a la salida de Rulli.
2. Mayoral silencia el debate del '9': no le pesó con 20 años la responsabilidad de ser la referencia en punta de ataque en un partido en el que era obligado ganar. En días en los que se hablaba de la añoranza a Morata y Mariano, Zidane dio paso al que fue perla de la cantera madridista y cuya progresión se frenó con un año de mala experiencia en el Wolfsburgo alemán. Acabó firmando el partido soñado con su primer gol oficial con el primer equipo, clave en el segundo para volver a adelantar al Real Madrid cuando fue empatado en una acción en la que explotó sus virtudes.
3. Fútbol control: el Real Madrid hizo desaparecer todas las virtudes que habían situado a la Real Sociedad compartiendo el liderato con el Barcelona. Uno de los puntos claves fue tener el control del balón, la posesión en los pies de dos jugadores como Luka Modric e Isco Alarcón que fueron los dueños del partido. Además, sin la presencia de una garantía de éxito como Toni Kroos, se ataron los machos en defensa y arroparon en el trabajo que menos se ve a Casemiro.
4. La pegada de récord: igualó el Real Madrid el récord mundial del Santos de Pelé al marcar en 73 partidos seguidos, recuperando sin referentes como Cristiano Ronaldo y Benzema la pegada en un estadio tan complicado como Anoeta. Marcó tres y pudieron ser muchos más por las llegadas a área rival y los disparos a Rulli. Esa garantía de éxito de marcar cada partido es clave para Zidane. Desde el 30 de abril de 2016 lo hace en cada encuentro y ya son 200 tantos marcados sin un partido a cero.
5. Theo al nivel de Marcelo: no es fácil sustituir la baja de un futbolista que está entre los mejores laterales izquierdos del mundo y hacerlo en Anoeta ante un rival que tiene un 'puñal' en esa banda como Odriozola. Llegaba el examen para Theo y rindió a gran nivel. Se incorporó con criterio y velocidad al ataque, puso garra en labores defensivas y se dejó todo hasta que cayó lesionado con un fuerte golpe en la cadera. Despejó dudas. Marcelo ya tiene un sustituto natural en la plantilla tras la mala experiencia del Real Madrid con Fabio Coentrao.