Una gesta histórica que ya cuenta con un precedente

Después de 18 jornadas disputadas en Liga, el Real Madrid se encuentra a 16 puntos del Barcelona, una distancia que podría resultar decisiva si no existiera un precedente con los papeles cambiados que demuestra que todo puede pasar.

 
Hace 14 años, en la 2003/04, el equipo azulgrana terminó por delante del equipo blanco a pesar de que a estas alturas los madridistas aventajaban en 18 puntos a un Barça que circulaba por la parte media de la clasificación. 
Esa campaña, el conjunto merengue dirigido por Carlos Queiroz protagonizó una debacle histórica dejando escapar una oportunidad histórica de lograr el triplete. Todo comenzó con la final de la Copa del Rey perdida en Montjuic frente al Zaragoza, a la que siguió la remontada del Mónaco en cuartos de final de la Champions League.
En Liga, tres cuartas partes de lo mismo. El Real Madrid se disputó con el Valencia la cabeza de la competición durante toda la temporada hasta la jornada 32, cuando los 'che' tomarían un liderato que ya no soltarían. Esa jornada, el equipo madridista cayó 0-3 frente a Osasuna y de ahí al final ya sólo conseguiría tres puntos más, la victoria por 1-2 en el derbi madrileño, para terminar cuarto.
Uno de los equipos que terminó por delante fue el Barcelona, que en la jornada 18 marchaba 12º después de caer 3-0 ante el Racing en El Sardinero. Con Rijkaard cuestionadísimo en su primera temporada, los azulgranas vencerían en la siguiente jornada 3-0 al Zaragoza, aunque fue el 0-1 en Sevilla dos jornadas después el punto de inflexión que les serviría para ascender en la tabla hasta finalizar segundos.
Un triste precedente para el madridismo que debe servir como espejo para comenzar una remontada que consiga lo que ahora mismo parece imposible: pelear por el título liguero. La distancia es incluso menor, 16 frente a los 18 puntos de distancia en la 03/04, recordando además que el Madrid tiene un partido menos y debe viajar al Camp Nou en las últimas jornadas. Un partido que podría resultar el empujón definitivo para una gesta que pasaría a la historia del fútbol español.