El Real Madrid cayó derrotado el pasado sábado en el RCDE Stadium ante el Espanyol (1-0) y puso de este modo fin a una gran racha de victorias en LaLiga Santander, la mejor que había tenido esta temporada.
El cuadro blanco además dio un importante paso atrás en su lucha por asaltar la segunda plaza del campeonato, en posesión del Atlético de Madrid.
Pero lo que más preocupa a la afición blanca y a Zinedine Zidane, entrenador madridista, son las dudas que haya podido generar esta derrota en la previa del encuentro de vuelta ante el PSG de los octavos de final de la Champions League.
El pasado martes, Zidane apostó por alinear a Gareth Bale como única referencia ofensiva del equipo en ataque. El galés no rindió y el equipo acabó notando la falta de pegada arriba, por lo que el experimento del técnico francés se puede tildar de fracaso.
Bale ha jugado ya en cuatro posiciones distintas durante la temporada y no ha terminado de convencer en ninguna, por lo que Zidane duda si alinear al de Cardiff en el Parque de los Príncipes sería una buena idea. Asensio y Lucas Vázquez están siendo dos de los mejores hombres del conjunto blanco en las últimas semanas y podrían partir a día de hoy con ventaja, aunque el esquema más utilizado por el técnico blanco este curso, en parte por las lesiones de Bale, ha sido el 4-4-2 en el que Benzema y Cristiano Ronaldo componen la dupla atacante.
El próximo sábado, con el Getafe como testigo directo, Zidane tendrá ante sí una nueva y última oportunidad para, sobre el césped, calibrar sus mejores opciones.