El Balón de Oro también se juega en Tallin

Miércoles, 15 de agosto. La Supercopa de Europa se decide en Tallin, a más de 1.000 kilómetros de Moscú. Allí, hace justo un mes, se disputaba la final del Mundial, en la que Francia se imponía a Croacia. A priori, dos competiciones que poco tienen que ver. Pero hay dos nombres propios que justo 31 días después vuelven a jugarse otro trofeo a nivel individual.

Hablamos de Antoine Griezmann y Luka Modric, claro. El francés cuajó un Mundial excepcional en el que fue de menos a más, convirtiéndose en una pieza clave del equipo de Deschamps y logrando la ansiada Copa del Mundo. El croata, por su parte, llevó la batuta de su equipo durante buena parte de la competición, llevando a una selección con la que nadie contaba a toda una final del Mundial. Fueron Balón de Plata y Balón de Oro de la máxima competición del mundo del fútbol, respectivamente.

Un mes después se vuelven a ver las caras con distintas camisetas. Griezmann llevará la del Atlético, habiéndose convertido en uno de los grandes favoritos para lograr ese famoso Balón de Oro. A sus espaldas, una Europa League en la que marcó dos goles en la final de Lyon y la mencionada Copa del Mundo. A ello hay que sumar una renovación impactante que le ha llevado a quedarse en el Atlético y dejar a un lado al Barcelona y, a su vez, a convertirse en el segundo futbolista mejor pagado de LaLiga Santander.

Enfrente estará Luka Modric, eje del Real Madrid campeón de Europa y pieza angular en el equipo de Zidane el pasado curso. Su Mundial lo catapultó para ponerse entre los candidatos a ese Balón de Oro mientras espera también otra renovación por parte del cuadro blanco, tentado por el fútbol italiano. En cualquier caso, una actuación estelar del francés o el croata, que apuntan a titulares en sus respectivos equipos, podrían lanzarles de cara al premio a mejor jugador del año.