Marco Asensio se erigió como uno de los protagonistas principales en el triunfo del Real Madrid ante el Getafe, siendo titular en este estreno liguero y recogiendo los galones que necesita para seguir creciendo.
El medio centro fue uno de los mejores de su equipo y de sus botas nació el segundo gol, en una oda a la fe al robarle la pelota a Djené para posteriormente asistir a Gareth Bale y que este anotara a placer el segundo y definitivo tanto.
No obstante no pudo coronar el partido con un gol que rozó en varias ocasiones. La más clara, un disparo seco que estrelló en el palo en el minuto 54 y que hubiera sido un colofón perfecto a un partido redondo.