El Real Madrid entrenó este lunes con las conocidas ausencias de Ramos, Bale, Isco y Marcelo en el estadio Luzhnikí, donde se enfrentará mañana al CSKA Moscú en la segunda jornada de la Liga de Campeones.
Algunos de los jugadores saltaron al campo ataviados con bufandas, ya que las temperaturas son mucho más frescas en Moscú que en Madrid, a lo que se suma la gran humedad debido a la cercanía del río Moskova.
Tras un breve calentamiento, los futbolistas madridistas hicieron varias carreras y después disputaron varios rondos en una de las bandas ante la atenta mirada del técnico, Julen Lopetegui.
Se mostraron especialmente activos el brasileño Vinicius, que podría disponer de minutos ante la baja de Bale, y el canterano Reguilón, uno de los candidatos a sustituir a Ramos o a Marcelo.
El Luzhnikí, que podría acoger mañana más de 60.000 espectadores, dos tercios de su aforo, es de muy mal recuerdo para los internacionales madridistas, que cayeron en los octavos de final del Mundial ante Rusia en la tanda de penaltis.
Todo lo contrario que para el francés Rafael Varane, que se proclamó el pasado 25 de julio campeón mundial con su selección, que derrotó a Croacia en la final (4-2).