Los jugadores del Real Madrid dejaron en el Camp Nou una imagen que empaña el escudo blanco. Julen Lopetegui acabará destituido casi con toda seguridad como entrenador del equipo, aunque nunca debería perdonar a los futbolistas sus actuaciones.
De principio a fin, salvo escasas excepciones, los blancos jugaron sin alma en el Camp Nou más allá del arreón al inicio de la segunda mitad. Lucas Vázquez revolucionó el partido, Casemiro salvó el tipo en defensa con la defensa rota y Courtois quedó vendido en los goles. Esos fueron los únicos 'ninots' indultados tras este choque.
Lopetegui acertó con el cambio de esquema de la segunda mitad, pero ni siquiera eso lava su imagen al mando de un equipo que se le ha ido de las manos. Los jugadores no demostraron sobre el campo esas palabras habituales en las que suelen defender al técnico. Palabras que se pierden en el viento cuando se pueden ver los partidos del Real Madrid.
De arriba a abajo, nadie se salva más allá de esos tres nombres propios que tampoco fueron capaces de enderezar el rumbo. En defensa, Varane y Nacho están cuajando sus peores temporadas en el primer equipo y Marcelo, a pesar de su gol, quedó retratado en la primera mitad.
Qué decir de Sergio Ramos, que enlaza acciones propias de uno de los mejores defensas del mundo con errores de cadete.
Lejos queda ese centro del campo formado por Kroos, Modric e Isco que fabricaba magia en la medular. Al malagueño y al croata no les da el físico, mientras que el alemán se contagia del resto de su equipo y no conoce lo que significa una ayuda en defensa. Desde el banquillo, Asensio sigue ausente, como sucede desde el mes de septiembre.
En el ataque, el año de la oportunidad para Bale y Benzema marcha en suspenso para ambos. Van a completar dos meses sin anotar un gol en Liga y están fallando en las preocupaciones que se cernían sobre sus cabezas. El galés, aquejado por sus habituales lesiones y el francés por una falta de gol con la que se empeña en seguir ofreciendo memes.
El pasado 26 de mayo, el mundo se rendía al Real Madrid, un equipo que llegaba de conquistar su tercera Champions League consecutiva y cuarta en cinco años. Cinco meses después, el terremoto que comenzó esa misma noche con el 'anuncio' de la marcha de Cristiano ha culminado en una de las tardes más tristes del madridismo.
Solari, Conte... a la hora de escribir estas líneas aún se desconoce quién tomará el difícil camino de solventar esta temporada. Llegue quien llegue, debería reunirse con los jugadores en el vestuario y preguntarles si aún pretenden seguir dedicándose a esto del fútbol.