El Real Madrid juega esta tarde (19.30 horas) frente a la UD Melilla, en lo que será el inicio de la era Santiago Hernán Solari al mando de la nave merengue. Aún se desconoce si asumirá el cargo de manera definitiva hasta final de temporada o si, por el contrario, lo hará de manera interina hasta que el club encuentre un inquilino más adecuado. Lo que es muy posible es que esta noche, en el Municipal Álvarez Claro, Vinicius Júnior tome la alternativa en ataque.
El brasileño llegó el pasado verano tras ser fichado, con 16 años, por 45 millones de euros. El jugador, ahora con 18, ha alternado el Castilla con el primer equipo, de forma que no ha pasado muchos fines de semana sin jugar. Muchas opiniones coinciden en que la Segunda B no era su sitio, incluso en la propia categoría creen que desvirtúa la competición. Sin embargo fue el propio futbolista quien pidió jugar allí, con el actual técnico de la primera plantilla, en caso de que Julen Lopetegui no contara con él para sus planes.
Ahora Solari ha tomado el mando del primer equipo del Real Madrid, y en su primera comparecencia lo ha dejado muy claro: "Vinicius es un jugador más de la plantilla. Va a estar disponible igual que el resto. Es un chico muy joven y talentoso. Tiene mucho por aprender pero también mucho por dar. Ahora y en el futuro"
Vinicius ha entrado en la convocatoria para el partido, de la que se han quedado fuera jugadores como Isco, Gareth Bale y Mariano Díaz, este por lesión. Otros jugadores de ataque como Asensio, Lucas Vázquez, Benzema o Cristo, del filial, también forman parte de la primera lista de Solari, para viajar a Melilla.
El argentino cuenta con Vinicius, quien, ciertamente, puede aportar al Real Madrid cosas de las que carece en este momento. Su velocidad, verticalidad, electricidad y desborde habrían venido muy bien al equipo en la racha de seis partidos sin ganar. En muchos partidos han carecido de esas facultades, haciendo inefectivos unos índices elevados de posesión dada su incapacidad para romper defensas en estático. Por otra parte, la actividad propia de un chico de 18 años que quiere ganarse un puesto a toda costa puede ser positiva para un equipo, a veces, indolente y falto de actitud. ¿Ha llegado, por fín, la hora de Vinicius Júnior?