Isco atraviesa uno de los peores momentos desde su llegada al Real Madrid. El mediocentro fue señalado en la cita continental ante la Roma. Solari lo dejó fuera de la convocatoria, sentenciando su estado de forma.
Esa decisión viene medida del desencuentro que tuvieron Solari e Isco en Ipurúa, ante el Éibar. El internacional se molestó cuando el técnico le alineó con 3-0 en el marcador, un gesto que generó una mala reacción en el malagueño, que le negó la mano y le expresó su malestar.
La situación entre ambos es insostenible, no tiene pinta de revertirse y puede tener serias consecuencias para el jugador. Por ello, el Real Madrid ya no lo califica como intransferible.
Isco aún tiene contrato hasta el año 2022. Su salida se antoja harto complicada si se habla de una cláusula de 700 millones de euros. No obstante esa falta de confianza en el Real Madrid podría facilitar su salida. De hecho desde el conjunto blanco no verían con malos ojos una posible suculenta oferta, tal y como informa MD.
Uno de los más interesados en aprovecharse de esta situación sería el Manchester City. Pep Guardiola le quiere a toda costa y desde Inglaterra se hablaba de una oferta de 85 millones. Lo que antes era una utopía ahora podría convertirse en realidad, merced a la insostenible situación de Isco en el Real Madrid.