El Real Madrid echa el cierre en LaLiga Santander a un 2018 en el que no luchó por el título de la pasada edición y ha firmado un mal inicio del presente curso, recibiendo antes de encarar el Mundial de Clubes, a un Rayo Vallecano necesitado de una alegría que asiente el proyecto de Míchel en el regreso a la elite.
Instalado en una montaña rusa de emociones, sin continuidad en los buenos resultados y el juego, el Real Madrid necesita un triunfo frente al Rayo que deje en el olvido la derrota más amplia en su historia en Liga de Campeones en el estadio Santiago Bernabéu. El 0-3 encajado ante el CSKA, deja pese a tener la clasificación a octavos ya sellada como primero, un borrón en una temporada irregular.
Con Santiago Solari al mando suma ocho victorias en diez partidos, pero las dos derrotas han sido sonoras, por tres goles de diferencia frente a Eibar y CSKA. La última dejó silbidos del madridismo a jugadores como Isco y Marcelo, lo que provocó la petición de unidad y fe en el equipo del técnico argentino.
Saldrá con todo lo titular que tiene, sin reservar nada para el Mundial de Clubes que inicia el próximo miércoles.
Dejó señalado a Isco Alarcón, sin ser determinante en una oportunidad como titular y con palabras de queja a la grada por los silbidos o al colegiado por su decisión, según el club blanco. Volverá al banquillo, su nueva realidad, y siendo centro de atención en las últimas polémicas.
Con el objetivo de recuperar la seguridad defensiva de las dos últimas jornadas, sin encajar goles ante Valencia y Huesca, Solari recupera a sus titulares en defensa con la duda por despejar en el lateral izquierdo. Marcelo demostró en 'Champions' que su estado de forma está lejos de ser el adecuado y el técnico debe decidir si lo mejora jugando o apuesta por Dani Carvajal en la izquierda, un 'parche' que usó en los últimos encuentros por la lesión de Reguilón.
Por su parte, el Rayo Vallecano, tras la última derrota liguera frente al Betis, ha quedado tocado anímicamente y hundido en la clasificación antes de su visita a uno de los estadios más difíciles de la categoría. Diez puntos en quince jornadas es el pobre balance en su retorno a Primera tras dos años muy duros en Segunda, categoría a la que no quiere regresar pero que cada vez comienza a ver más de cerca.
La mala situación deportiva que atraviesa el equipo preocupa mucho a plantilla, cuerpo técnico y directiva y la visita al Santiago Bernabéu no permite ser optimista. Conscientes de la dificultad de puntuar contra el Real Madrid, el Rayo se aferra a una tarde de gloria y a una victoria la siguiente jornada frente al Levante en Vallecas para irse con una cierta esperanza al parón navideño.
El aspecto principal que tiene que mejorar el Rayo es el defensivo, puesto que sus números son realmente malos. Ha encajado treinta goles en quince partidos de Liga, lo que supone una media de dos por partido, y solo en dos encuentros ha dejado su portería a cero, uno de ellos frente al colista Huesca.
Para este partido Míchel cuenta con la importante baja de su delantero titular Raúl de Tomás, que no puede jugar contra el Real Madrid por una cláusula en su contrato de cesión. Se suma la ausencia del también delantero Oscar Trejo, lesionado de última hora, por lo que el entrenador madrileño tendrá que recomponer su ataque. Como punta solo cuenta con Alex Alegría y una segunda variante sería apostar por pasar a uno de sus centrocampistas a jugar de 'falso nueve'.