Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, atendió a los medios de comunicación tras la derrota de este domingo ante la Real Sociedad. El zaguero, muy enfadado tras el partido, cargó contra el arbitraje... y su propio rendimiento.
"Es un día duro, pero mañana nos tocará reunirnos y decirnos todos tres cosas a la cara. Esto debe ser de puertas para dentro y que no salga de ahí", comenzaba explicando el de Camas antes de admitir que el equipo está acusando su "falta de efectividad" que es "lo que cambia los partidos".
Cuestionado sobre el penalti que no le señalaron a Vinicius, Ramos no se cortó y cargó contra el arbitraje. "Los dos son claros, pero es que el de Vinicius es escandaloso. Acciones así te dan qué pensar. Lo de hoy es para echarse las manos a la cabeza. Por lo menos pítalo y luego lo consultas"
A pesar de la derrota y los malos resultados, Ramos aseguró que este equipo no carece de motivación y que "todos queremos ganar". "Hace dos semanas estábamos ganando un título, si yo supiese que no vamos a jugar por la victoria, me quedaría en casa".
Finalmente, cuestionado sobre la necesidad de realizar fichajes, Ramos prefirió no opinar ya que "mi opinión no será determinante, nosotros tenemos que dedicarnos a jugar al fútbol".