Ni con Isco
El Real Madrid no termina de enderezar el rumbo esta temporada. El conjunto blanco no convence ni a propios, ni a extraños. Lo cierto es que la imagen del conjunto blanco dista mucho de aquel campeón indiscutible bajo las órdenes de Zidane y, con partidos como el de esta noche, aún se alejan muchísimo más.
Santiago Solari, plagado de bajas, hace lo imposible por recomponer el esquema una y otra vez. Y la ilusión. En esta ocasión, ni con Isco. Todo el mundo esperaba la vuelta de Isco con esperanza. Con ver en su juego esos destellos de calidad que tanto ha hecho disfrutar a la afición blanca. Pero esta noche tampoco apareció.
Isco retornó a la titularidad con el Real Madrid y lo hizo sin lucimiento, disputando sesenta y ocho minutos. Sin apenas protagonismo sobre el campo hasta que al filo de la media hora tuvo dos buenas oportunidades que acabó malogrando.
Y eso que Solari retocó su sistema para ubicar en la situación ideal a Isco. El conjunto blanco, con un 4-2-3-1, con libertad de movimiento para el andaluz a espaldas de Vinícius, el improvisado nueve. Apenas conectaron. Isco añoró los movimientos inteligentes de Benzema y la ocasión más clara de la que dispuso la perdonó. Lento en un contragolpe para decidir, en posición de remate y disparando finalmente contra un defensa.
La misma imagen que la de un equipo apático, sin la tensión necesaria que demanda un encuentro en la elite, condicionado por la clara ventaja conseguida en el Santiago Bernabéu, asomó en una noche gélida sobre Butarque.