Isco Alarcón, jugador del Real Madrid, se ha convertido en uno de los grandes nombres del conjunto blanco desde la llegada de Santiago Solari. Y no precisamente por sus minutos sobre el verde.
El centrocampista español ha pasado a un segundo plano desde la llegada de Santiago Solari. Sus múltiples minutos acumulados con Julen Lopetegui rápidamente se desmoronaron con el argentino: de titularísimo a suplente.
El último capítulo, en Cornellá. El mediapunta, suplente nuevamente, saltó a calentar durante varios minutos, sin embargo, no tuvo su oportunidad de saltar al terreno de juego. Él se lo tomó a broma.
Ante los comentarios de Luca Zidane, su acompañante durante el partido en el banquillo, Isco bromeó y alegó a la enfermedad: "Estoy malo, por eso no juego, tío", le decía a su compañero entre risas.
Otro de los grandes momentos del banquillo madridista fue cuando Gareth Bale reconoció el cántico: "azulgrana el que no bote". Tanto el extremo como Isco se divertían y acabaron botando en el banco como si de cualquier aficionado se tratase.
Por el momento, Isco se toma a buen humor su falta de minutos.