Lo de Marcelo...

En la alineación blanca, la presencia de Marcelo destacó como novedad. Parece extraño catalogar así la titularidad del brasileño con el Real Madrid, pero visto su nivel cada vez debería ser menos habitual.

Una vez más, la actuación del brasileño distó mucho de lo que ha sido el zaguero en los últimos años. El que fuera uno de los mejores, si no el mejor, lateral zurdo del mundo, quedó evidenciado en el Clásico entre Barcelona y Real Madrid en el Camp Nou.

Durante los últimos partidos, Marcelo dejó una mala imagen en la que no aportaba excesivamente en ataque y dejaba unos huecos imperdonables en defensa. Reguilón le arrebató el puesto en LaLiga Santander, aunque aún quedaba la Copa del Rey para intentar recuperarle.

Contra el Girona, tuvo que sufrir tanto en la ida como en la vuelta la velocidad del Choco Lozano y se habituó a dejar libre su costado. Pese a todo, el potencial ofensivo madridista pudo facilitar el pase a semifinales, donde llegaba un peligro mucho mayor, el Barcelona.

La suplencia de Messi y la presencia por su banda de un jugador muy discutido como Malcom le permitía un respiro a Marcelo. Nada más lejos de la realidad, sin embargo, ya que una vez arrancó el choque, su compatriota pasó por encima de él cuajando en el Clásico su mejor partido desde que fichara este verano por el Barcelona.

Una y otra vez, el ex del Girondins de Burdeos dejaba atrás al madridista evidenciando su pésimo estado de forma. Casi todas las ocasiones del Barcelona llegaron por ese lado con el internacional brasileño llegando tarde a evitar que los jugadores culés pudieran crear peligro.

En el gol, de nuevo, quedó lejos de la acción. Hasta en tres ocasiones dispararon los jugadores del Barça y ni así tuvo tiempo Marcelo de llegar a tapar a Malcom, jugador que terminaría empatando.

Aún queda mucha temporada y los aficionados madridistas sueñan con recuperar al Marcelo de siempre. El de un jugador que siempre ha atacado mejor que ha defendido, pero que no suspende en las dos variantes.