Santiago Solari, entrenador del Real Madrid, comienza a rezar. El técnico argentino llegará a la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey ante el FC Barcelona con dos grandes nombres marcados en su agenda: Sergio Ramos y Nacho Fernández.
Ambos centrales llegarán a la cita el próximo 27 de febrero con la alerta encendida: una amarilla más les dejaría, en caso de que el Real Madrid acceda a la final de la Copa, sin opción alguna de jugar ante Real Betis o Valencia.
La sanción por acumulación de tarjetas en la categoría amenaza a ambos jugadores y el capitán Sergio Ramos aún no se lo explica. El pasado miércoles, Mateu Lahoz le mostró una más que interpretable tarjeta amarilla, supuestamente, por obstaculizar a Malcom en una carrera por banda.
En caso de que alguno de los dos reciba una tarjeta amarilla, Varane sería titularísimo en una supuesta final y tendría que depender del no-sancionado para formar la pareja de centrales.
Si Sergio Ramos y Nacho acaban recibiendo una tarjeta, ninguno de los dos podría jugar una supuesta final ante Real Betis o Valencia. Comenzaría el dilema para Santiago Solari.
El técnico argentino tendría que optar por tres opciones para su defensa: Jesús Vallejo -si se recupera-, Javi Sánchez o reconvertir a Casemiro como central.
El Real Madrid llegaría a la final de la Copa, tras superar al FC Barcelona, con un importante hándicap en el centro de la defensa y otras tantas incógnitas en su alineación.