El jugador del Real Madrid Gareth Bale está en su peor momento desde que fichara por el equipo blanco en 2013. La paciencia de la afición madridista se ha agotado con el galés y eso se pudo comprobar de manera clara desde casi el primer minuto del choque ante el Éibar.
En el minuto 3 ya se llevó la primera pitada del Santiago Bernabéu al no ser capaz de controlar un pase de Fede Valverde. Unos pitos que aumentaron exponencialmente dos minutos después.
Bale recibió la pelota a 30 metros de la portería y encaró a Dmitrovic, aunque no supo definir en el mano a mano. Una jugada que terminaría anulada por fuera de juego del '11' del Real Madrid, aunque ya se vio que, por si acaso, tampoco fue capaz de marcar.
No fue la única posición ilegal de Gareth, que parecía desenchufado sobre el campo. En otro pase interior de Isco recibió la pelota y asistió a Benzema para el gol del galo de espuela, aunque González Fuertes volvería a percatarse de la mala salida del británico.
Una y otra vez se veía al extremo de Cardiff con imprecisiones mientras la parroquia madridista seguía silbando una y otra vez al futbolista. Algunos de sus compañeros también se llevaron la bronca de la grada con el gol de Cardona, pero aun así, Bale seguía siendo el centro de las críticas.
En el segundo tiempo, ya inmersos en los últimos minutos y con 1-1 en el marcador, Zidane decidió prescindir de él sobre el césped dando entrada a Lucas Vázquez. El galés volvió a ser pitado por su afición.