El Real Madrid sufrió una nueva decepción, esta vez en Vallecas ante el necesitado Rayo Vallecano. Un penalti de Jesús Vallejo, transformado por Adrián Embarba, otorgó un resultado histórico a los de Paco Jémez y dejó al Real Madrid totalmente noqueado.
Zidane se presentó con un once lleno de novedades, y de oportunidades, porque el técnico galo estaba regalando una oportunidad de oro para reivindicarse a esos jugadores que no tiene nada clara su continuidad en el equipo la próxima temporada. Entre ellos, Llorente, Ceballos y Mariano. El debate de la portería, también en el aire -infundado en parte por el secretismo del galo- sigue siendo una incertidumbre. El buen partido de Courtois, con paradas fundamentales ante Pozo y Bebé, sigue manteniendo el debate sobre la portería blanca.
La ausencia de Benzema en la delantera del Real Madrid por lesión la suplió Zinedine Zidane con Mariano Díaz, que no juega de titular desde el 6 de diciembre de 2018 frente al Melilla en la Copa del Rey. Era una oportunidad de oro que el delantero dejó pasar. Consiguió un gol que lo anularon por fuera de juego y luego apenas tuvo opciones en el área.
Otra de las grandes novedades en el once de Zidane estuvo en el centro del campo con Marcos Llorente. El canterano madridista no supo sacar partido a una oportunidad de oro para 'reconciliarse' con Zidane y ganarse un puesto la próxima temporada. No tuvo grandes fallos pero tampoco brilló como se esperaba.
Por último, Ceballos intentó moverse con criterio y buscar pases con peligro, pero fue de más a menos y en la segunda mitad acabó desapareciendo. Fue el primer cambio del equipo y vuelve a estar en la rampa de salida del próximo verano.