Gareth Bale repitió titularidad y dejó pasar una nueva oportunidad para brillar. Lejos de aprovechar una ocasión de oro, el galés volvió a brillar por su despiste y pasotismo. Su actitud ya no solo enfada al Real Madrid, también a Zinedine Zidane, que parece haberle dejado de brindar la protección que hasta el momento le ha dado.
"No sé si tiene la cabeza en el Real Madrid, le tenéis que preguntar a él", apuntó el técnico. Lo cierto es que Bale perdonó las dos claras ocasiones que tuvo para marcar y desapareció en el césped de Vallecas. También lo hizo del autobús del Real Madrid. Nada más acabar el partido se marchó en un vuelo privado, con un permiso del club que no se anuló pese a la derrota con el que era colista de la categoría.
La imagen marchándose con personal del club, fuera del autobús del equipo, llamó la atención y es un nuevo punto en contra de un futbolista que cuenta los días para salir del Real Madrid.