El regreso del brasileño Vinícius Junior, tras más de dos meses de baja por lesión, devuelve la luz a un Real Madrid apagado, con una plantilla abroncada en público por Zinedine Zidane tras caer en Vallecas, que quiere dejar buena imagen ante un Villarreal que busca la salvación.
Vinícius fue el encargado de ilusionar al madridismo durante una parte de la temporada, cuando Santiago Solari le dio paso. Su frescura y estilo de juego aportó algo de esperanza a una temporada que pronto tocaría a su fin. Coincidió con su lesión, de la que ya está recuperado y con opciones de tener minutos tras ganar ritmo como deseaba Zinedine Zidane.
Los tendrá ante el Villarreal, de inicio o en el transcurso de un encuentro en el que la plantilla madridista debe lavar su cara tras lo ocurrido en Vallecas. Desde el regreso, de Zizou la imagen se salva en el Santiago Bernabéu y se desploma de visitante. Sin nada en juego, solo la presión de su público y no bajar los brazos en su estadio, impulsa a unos jugadores que cuentan los días para el final de temporada.
Zidane sigue sin poder contar con el capitán Sergio Ramos y Álvaro Odriozola en defensa, ni con su goleador Karim Benzema en punta de ataque, aunque el francés hace todo sus esfuerzos para volver antes de que acabe el curso.
Además, tras dar la primera titularidad en la portería en Vallecas a Thibaut Courtois, la duda está en su continuidad o la vuelta de Keylor Navas.
Cuenta con más opciones el costarricense aunque solo Zidane sabe su plan, consciente de que a final de temporada uno saldrá del club y en las altas esferas gusta Courtois como apuesta de futuro. Isco, Marco Asensio, Lucas Vázquez, Mariano y Vinícius se repartirán tres puestos.
El Villarreal viaja al Bernabéu con la idea de poder certificar su salvación, un objetivo que alcanzaría si gana su partido y algunos de sus rivales en la lucha por evitar el descenso no lo hacen.
Así, los tres puntos y una derrota de Valladolid, Girona o Levante, certificaría matemáticamente la permanencia en Primera de los castellonenses, e incluso un empate y una derrota de Girona y Levante, también valdría, ya que en la siguiente jornada ambos se enfrentarían y no podrían superar al Villarreal, que cuenta a favor con las diferencia particular.
El conjunto de Javi Calleja llega a este partido tras estar cuatro partidos sin perder, su mejor racha de la temporada, pero lo hace con cierta decepción, ya que no pudieron certificar su salvación la semana pasada, tras no poder ganar al Huesca en casa.
El equipo sigue con las bajas de los lesionados de larga duración, como son: Bruno Soriano, Miguel Llambrich y Daniele Bonera, que siguen fuera del equipo, a los que esta semana se suman los futbolistas Santiago Cáseres y Toko Ekambi, ambos sancionados por acumulación de tarjetas.
Las buenas noticias para Calleja son el regreso de Vicente Iborra y la recuperación del colombiano Carlos Bacca, que podría estar entre los convocados tras superar unas molestias físicas.
El once del Bernabéu podría estar formado por Andrés Fernández en la portería, con una defensa con Mario Gaspar, Álvaro González, Funes Mori y Xavier Quintillà, un centro del campo con Cazorla, Iborra, Fornals, Samu Chukwueze y Pedraza y un único delantero, que sería Gerard Moreno.