La salida de Isco Alarcón está sobre la mesa. El Real Madrid no ve con malos ojos la venta de un futbolista que esta temporada ha rendido a un nivel muy por debajo de lo esperado, y que ha estado inmerso en varios escándalos, y que podría dejar una cantidad de dinero significativa en las arcas, que ayudaría a traer a nuevos galácticos al equipo.
El propio jugador tampoco descarta cambiar de aires, a pesar de que hace tan solo unas semanas reiteró su intención de seguir, al menos, un año más. Pero los fichajes de Eden Hazard y Rodrygo Goes, a los que se podría sumar otra estrella más, le han hecho replantearse su decisión.
Ya sabe lo que es vivir en el banquillo, Santiago Solari lo tuvo apartado varios meses, y no es una experiencia agradable que quiera repetir. Por tanto, o le garantizan minutos y continuidad, o estudiará ofertas.
Y, hoy por hoy, tiene más probabilidades de decir adiós que de continuar en el Santiago Bernabéu.
Florentino Pérez ya le ha puesto precio: 80 millones. Una cantidad que sus pretendientes, Bayern de Múnich, Juventus de Turín, Liverpool, Manchester City o Paris Saint-Germain, podrían pagar sin problemas. Aunque, de momento, no hay ninguna negociación abierta.
Eso si, el presidente no solo le dejará salir por ese precio. Además, quiere incluir una cláusula de penalización, con una indemnización astronómica para el Madrid, en caso de que Isco, en un futuro, acabase firmando por el Barça.