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Las malas caras de los jugadores del Real Madrid con Gareth Bale en la primera sesión de la pretemporada parece que tenían motivos y no eran solo porque el delantero galés prefiere quedarse en el banquillo cobrando antes de fichar por otro club.
El futbolista de Cardiff no ha hecho amigos en el vestuario blanco y así se lo hizo ver a toda la plantilla blanca este verano con un gesto bastante feo por parte del galés.
La boda de Gareth Bale
Gareth Bale no invitó a nadie del equipo a su boda, al contrario de un Sergio Ramos que hizo lo propio con toda la plantilla, aunque luego solo fue la mitad del equipo.
La no invitación del delantero galés ha molestado a muchos de sus compañeros, que no entienden que después de seis años en el club no haya conseguido hacer ni una sola amistad en el Real Madrid.
Los reproches han sido vistosos por parte de los pesos pesados de la plantilla y jugadores como Sergio Ramos ya le han dado un toque de atención.
Zidane no se metió
El delantero galés sabe que Zinedine Zidane lo quiere fuera y está con la mosca tras la oreja con él, sin embargo, Bale esperaba que el técnico francés mediara con la plantilla antes de ver como el enfrentamiento estaba a la vista de todos los presentes.
Pero el entrenador del Real Madrid no quiso participar en ello, y prefirió que fueran los propios jugadores los que defendieran sus posturas en el vestuario y no darle más importancia de la que tiene tener un jugador en el ostracismo que no quiere adaptarse a la vida en Madrid.
Florentino Pérez sigue buscándole un equipo a Gareth Bale en Europa que esté dispuesto a pagar su altísima ficha salarial, algo muy complicado.