La victoria del Real Madrid en la primera jornada de La Liga ha permitido al equipo blanco respirar en unos cuantos meses. El 1-3 cosechado contra el Celta de Vigo ha devuelto a los blancos algo del crédito partido durante los últimos partidos de la pasada temporada y en la pretemporada.
Zinedine Zidane, que tuvo que recurrir a un once formado por jugadores que ya estaban en el equipo la pasada temporada, logró hacer carburar al equipo cuando más cerca del centro de la diana se encontraba. La confianza en el míster estaba bajo mínimos, pero la victoria en Balaídos le ha permitido coger algo de aire.
Lo mismo para muchos jugadores cuya continuidad ha estado cuestionada durante los últimos meses y que muchos en Chamartín no entendían que ZZ todavía confiara en ellos. Futbolistas como Bale, Benzema, Casemiro, Kroos, Marcelo, Varane, Ramos o Courtois firmaron una actuación más que aceptable. Incluso Luka Modric, pese a ser expulsado.
Pero no todo fueron buenas noticias. Vinícius no estuvo al nivel. El brasileño fue uno de los pocos aplicados el año pasado, pero este lo ha empezado con un cinco raspado y gracias. Mal asunto para un jugador que con Eden Hazard y la recuperada confianza de Zidane en Bale sabe que no tendrá sitio en el equipo. Y es que no ha empezado con buen pie la oportunidad inesperada que se le ha presentado con la lesión de Hazard para presentar candidatura al once titular.
Al jugador le quedan dos ocasiones más, en los partidos contra el Valladolid y el Villarreal. Son los que se presume que Hazard todavía no estará listo. Y si no las aprovecha, todo apunta a que será carne de banquillo.
Sin embargo, Sergio Ramos y el resto de los pesos pesados del vestuario conocen que Vinícius cuenta con un aliado muy poderoso que le puede garantizar más minutos. El carioca es un fichaje de Florentino Pérez y tiene en el presidente un apoyo único en el club.
El delantero sudamericano es la pieza de cosecha propia que el mandatario ha metido en el vestuario. Su línea directa para saber lo que ocurre en las entrañas del vestuario. Y Vinícius sabe bien que Florentino no es de los que olvida los favores.