Bale llega al último día de mercado con una oferta irrechazable
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Con Gareth Bale, una de cal y otra de arena
El verano de Gareth Bale ha sido una montaña rusa de emociones. El delantero galés estaba fuera del Real Madrid tras su mala noche en Vallecas que le valió ser la excusa perfecta para que Zinedine Zidane le diera boleto de salida. Sin embargo, el jugador de Cardiff no quiso cogerlo y se quedó en el Real Madrid.
El agente de Gareth Bale repitió una y otra vez que el futbolista de Gales iba a seguir en la entidad madridista esta temporada y nadie le creyó.
Florentino Pérez y Zinedine Zidane quisieron colocarlo en casi todos los grandes equipos de Europa y el Real Madrid llegó a hablar con el Paris Saint Germain, Tottenham Hotspurs, Liverpool, Arsenal, Bayern de Múnich, Inter de Milán y Manchester United (además del fútbol chino) para vender al galés díscolo.
Sin embargo, los 17 millones de euros netos por temporada que pedía para salir le cerraron las puertas. Gareth Bale no quería perder sus privilegios obtenidos en el Real Madrid y no estaba dispuesto a perdonar un euro a un equipo que había querido echarlo.
El cambio de Gareth Bale
En la vuelta al trabajo se pudo ver a un Gareth Bale muy en forma (la imagen junto a Eden Hazard del primer día fue muy ilustrativa) y con ganas de reinvicandarse con fútbol y goles. Y parece que lo logró en este inicio de temporada.
Zinedine Zidane le dio la titularidad en el primer partido de liga y desde entonces Gareth Bale ha cumplido con creces.
De hecho, Florentino Pérez se reunió con su agente para hacerle una oferta: se quedaría hasta el mercado de invierno y ahí depende cómo estuviese siendo la temporada decidirían si quedárselo o venderlo definitivamente aunque sea a un precio inferior para que le paguen la ficha salarial al completo.