La paciencia con Zinedine Zidane comienza a tocar a su fin. Las excusas ya no sirven. El año pasado llegó con un equipo ya en decadencia y sin nada en juego, y las sensaciones fueron horribles. Pero tenía excusa, pues, de todos, el menos culpable era él. Sin embargo, en este curso ya no hay explicaciones: la plantilla está a su gusto y la ha confeccionado él.
Tres cero le endosaron al que debería ser uno de los candidatos a alzar la Champions League. Los aficionados ya están hartos y no perdonarán otra campaña como la anterior, y piden soluciones. Y gusta la que tiene a José Mourinho como protagonista, pues es el ideal para hacer una limpieza. No le tiembla el pulso y no se casa con nadie, por lo que no tiene problemas en sentar a quien se lo merezca.
El portugués está ansioso por volver, pero pone varias condiciones. Concretamente, hasta tres. La primera, que le den libertad a la hora de escoger las bajas. No quiere reproches cuando pase la escoba, y pueden caer titanes como Marcelo, Sergio Ramos, Luka Modric… Si quieren llevar a cabo una revolución, habrá que tomar decisiones dolorosas.
La segunda, tener poder y palabra para decidir quien juega, quien no, quien viene y quien se queda. Es decir, ser la mano derecha de Florentino Pérez, y tener libertad en el club. La última, pero no menos importante, un sueldo considerable, de 10 ‘kilos’ limpios, como mínimo, un contrato de cuatro años y un finiquito millonario.
Así de claro
Y una de las ventajas que ofrece ‘The Special One’ es que se encuentra libre, por lo que podría ser contratado cualquier mes. No tiene ningún compromiso e incluso podría comerse los turrones en el Santiago Bernabéu.