El brasileño Rodrygo Goes firmó en el Real Madrid el debut soñado por cualquier futbolista, marcando un gran tanto en el primer balón que tocó ante CA Osasuna, emulando lo que protagonizó una leyenda, su compatriota Ronaldo Nazario el 6 de octubre de 2002.
El Santiago Bernabéu asistió a un momento que ya conocía. Ocurrió cuando Vicente del Bosque dio la alternativa a Ronaldo en plena etapa de los galácticos frente al Deportivo Alavés. Aún corto de forma, entraba al campo en lugar de Portillo a los 64 minutos. Tardaba 64 segundos en firmar su primer gol. Mataba un pase cruzado de Roberto Carlos con el pecho y soltaba un derechazo con bote en el césped a la escuadra que provocaba la locura en la grada del estadio madridista.
De Del Bosque a Zidane, 17 años después, llegó el momento del estreno de Rodrygo, la joven perla brasileña madridista ante Osasuna. Sustituyó a su compatriota Vinicius en el primer cambio, cayó a banda izquierda y menos de dos minutos después apareció para ser decisivo.
Con el descaro de sus 18 años y sin miedo a jugar en un estadio tan imponente como el Bernabéu. Mató en carrera con los tacos de su bota en un control que encantó al mismísimo Zidane, un pase en largo de Casemiro. Otra conexión brasileña como en su día Roberto Carlos y Ronaldo. Encaró a Lillo, recortó y con calidad sacó un disparo con el interior de su pie derecho ajustado al poste. Es el nacimiento de una nueva estrella del Real Madrid.
"Me ha gustado su gol pero a mí, que me encantan los controles, su control ha sido fenomenal. Me gustan mucho ese tipo de controles", confesó Zidane.
El gran protagonista confesó vivir un sueño. "Nunca imaginaba entrar en el Bernabéu escuchando a la afición cantar mi nombre. Estoy muy contento. Es un día inolvidable", confesó Rodrygo que seguirá intercalando partidos con el primer equipo y el Castilla de Raúl González tras dejar una imponente carta de presentación en el fútbol español.