El mediocentro del Real Madrid Carlos Henrique Casemiro fue el encargado de equilibrar un partido que se había puesto muy cuesta arriba. El Brujas se adelantó 0-2 en el Santiago Bernabéu y, tras el gol de Sergio Ramos, fue el brasileño el que colocó el 2-2.
Fue en una falta botada por Toni Kroos, en la que además fue expulsado Vormer, donde llegó el empate. Casemiro se impuso a su defensor por alto y se sacó un cabezazo bombeado que terminaría entrando en la meta de Mignolet.