El Real Madrid logró imponerse este martes al Galatasaray en Estambul y consiguió su primera victoria en la fase de grupos de la Champions League tras caer derrotado en París y no pasar del empate ante el Brujas. Una de las principales novedades en el once que presentó Zinedine Zidane fue la inclusión de Rodrygo Goes en ataque... aunque algunos se empeñen en hacernos ver que la elección de Fede Valverde para componer el centro del campo es noticiosa cuando, para quien escribe, su presencia en los onces debe de ser ya percibida como algo normal dado el rendimiento del uruguayo.
En el previsible infierno ambiental del Ali Sami Yen de Estambul, el charrúa no se sintió intimidado pese a que no acumula todavía sobrada experiencia en este tipo de encuentros. Se sintió protagonista y abarcó todo el campo dominando el partido a su antojo.
En el Real Madrid de sobras es conocido que el simple nombre que aparece sobre el dorsal de la camiseta pesa mucho para bien y para mal.
No creo que haya mucha gente que no esté de acuerdo con la siguiente afirmación: hoy por hoy, Fede Valverde es el centrocampista en mejor forma de la plantilla del Real Madrid. Quizás Kroos sea el que más se le acerque partiendo de la base de que Casemiro no ocupa el mismo rol sobre el campo.
Pero no viste. No viene del Bayern de PSG ni se han pagado 400 millones por él. No luce tatuajes ni un peinado llamativo y no ocupa portadas de diarios deportivos ni las marcas deportivas se pelean por patrocinarlo. Ellas se lo pierden.
Fede Valverde sigue a lo suyo, creciendo día a día, camelándose a Zinedine Zidane y asombrando a los alineadores que pueblan las redes sociales y las casas de España cada vez que aparece en los onces iniciales de todo un Real Madrid. Ya recapacitarán. Están a tiempo.