Uno de los grandes nombres del Real Madrid en Ipurúa fue el de Lucas Vázquez. La titularidad del madridista sorprendió a propios y a extraños, sentó al chico maravilla Rodrygo y puso en entredicho las decisiones de Zidane. El extremo respondió de forma positiva para seguir luchando por aquello que marcó en verano: triunfar en 'su' casa.
Convertido en uno de los hombres de plantilla preferidos por Zinedine Zidane, Lucas Vázquez contó con numerosas ofertas el pasado verano para abandonar el Santiago Bernabéu, pero su idea era inamovible.
Según informó este pasado sábado El Transistor, clubes como Arsenal, Manchester United y Bayern Munich intentaron 'robarle' a Florentino Pérez al eterno recambio de Zinedine Zidane. Ninguna de las tres partes quería separarse.
Habitual suplente para el francés, Lucas se ha convertido en el hombre revulsivo, en el hombre de confianza para un entrenador que cree firmemente que las cualidades con las que cuenta el internacional no la tiene nadie más en su plantilla.
En Ipurúa la historia fue diferente. Con Rodrygo en boca de todos, Zizou decidió apostar por Lucas Vázquez y dejó al jovencísimo brasileño sin jugar ni un solo minuto.
A pesar de que la decisión sorprendió a todos, Lucas provocó un penalti y realizó un gran encuentro a pesar de acumular algo más de un mes inactivo.
Lucas Vázquez le dio la razón a su entrenador y con un parón de por medio, las oportunidades podrían volver al eterno suplente, a uno de los favoritos del entrenador que Florentino y su palabra permitieron que siguiese un año más en el Santiago Bernabéu.