Hay fichajes que se adaptan desde el primer día y otros que le cuestan algo más integrarse a las dinámicas de sus nuevos equipos. Esto segundo parece que le está ocurriendo en este inicio de temporada a Éder Militao con el Real Madrid.
El futbolista brasileño llegaba este verano al Santiago Bernabéu procedente del Oporto por los 50 millones de euros que estaban presentes en su cláusula de rescisión. Una apuesta importante de Florentino Pérez para apuntalar la defensa, pero que no termina de arrancar.
Cierto es que la competencia en el conjunto blanco es bastante dura. Militao lucha por un puesto en el once con jugadores importantes como Sergio Ramos, Raphael Varane o Nacho Fernández. Cuatro piezas para tan sólo dos puestos en el once.
Una difícil lucha que tan sólo le han permitido jugar un total de cuatro partidos oficiales, tres de ellos como titular. Algo totalmente distinto a lo que ocurre cada vez que es reclutado por Tite para la selección brasileña.
Un lugar donde Éder Militao cuenta con la total confianza del cuerpo técnico y lo termina jugando todo. Como ha vuelto a suceder en este parón de selecciones en el que fue reclutado para los dos amistosos ante Argentina y Corea del Sur.
Dos choques en los que ha compartido eje de la defensa con Thiago Silva y Marquinhos. 180 minutos totales en dos choques en los que Tite le ha vuelto a demostrar su total confianza en su figura. A pesar de su falta de rodaje en estos meses. Dos duelos con distinto sabor para Brasil ya que perdían el primero de ellos en el Clásico de Sudamérica por un tanto a cero, y vencerían en el segundo con autoridad ante Corea del Sur.