El Real Madrid parece que se va a mover bastante en este mercado de invierno. Pese a que la situación en la liga y en la Champions League está controlada, lo cierto que es que la plantilla presenta muchos jugadores que están contando poco o nada y que pueden ser potencialmente un problema para un Zinedine Zidane que sabe que las estrellas en el banquillo no son buen negocio.
Por ese motivo, uno de los que parece que saldrá sí o sí será el internacional colombiano James Rodríguez, un futbolista con demasiado caché para estar en el ostracismo y que puede ser posiblemente junto a Gareth Bale el gran drama del Real Madrid en caso de estar en el banquillo o en la grada.
El centrocampista blanco parece que podría entrar en la operación Eriksen, ya que la llegada de José Mourinho no ha provocado que el jugador danés cambie de opinión respecto a su interés por salir del Tottenham y antes que regalarlo el equipo inglés espera conseguir algo por el talentoso mediapunta.
El cambio de cromos de James Rodríguez por Christian Eriksen parece que beneficia a todas las partes y solo queda supeditado a que Zidane dé su aprobación de una vez, aunque con el fichaje de Donny Van de Beek tan cerca y la posible llegada de Paul Pogba, parece que podría complicarse un trueque que sería bastante factible por ambas partes.
Florentino Pérez está a la espera de esa decisión del técnico francés para dejar en stand by a Van de Beek y fichar a un Eriksen que llegaría a cambio de un descarte. Un buen negocio para el Real Madrid.