En su momento, Florentino Pérez cerró su fichaje por 30 millones de euros. Prometía ser uno de los grandes galácticos del futuro, uno de esos jugadores que 'ha nacido' para triunfar en el Real Madrid. Pero sus últimos meses iban cuesta abajo y sin frenos, con lesiones de por medio y sin ninguna confianza. Hasta que apareció Zinedine Zidane.
Hablamos de Isco Alarcón, que en las últimas semanas ha dado un giro completo de 180 grados a su situación en el Real Madrid. Entre agosto y finales de noviembre sólo fue titular en un partido, entre otras cosas debido por las lesiones y por la alta competitividad en su puesto.
Ahora, en cambio, se ha convertido en una figura importante para Zidane. Titular en tres de las cuatro últimas jornadas ligueras, titular en Brujas, titular ante el PSG. Y de inicio nada menos que en el Camp Nou, donde se supone que Zidane apuesta por su once de gala.
Y todo ello a base de trabajo en silencio. Su situación era compleja, todo hay que decirlo. Isco parecía uno de los señalados para irse el pasado verano, pero siguió. Hasta hace unas semanas también aparecía en las quinielas para marcharse en enero, pero su situación ahora es distinta.
En el Camp Nou, Isco demostró que ha recuperado su mejor nivel y que aún puede triunfar en el Real Madrid. No es tarde para el malagueño, que adelantó a Vinícius o Rodrygo como titular. Será otra cosa cuando vuelva Eden Hazard y se recuperen jugadores como James Rodríguez, Lucas Vázquez e incluso Marco Asensio. Pero de momento, Zidane lo tiene claro: Isco ha vuelto para quedarse.
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— ElDesmarque Real Madrid (@DMQRealMadrid) December 18, 2019