El emotivo significado de las celebraciones de los goles del hijo de José Antonio Reyes

José Reyes se ha convertido este domingo en el gran protagonista del Trofeo Internacional de LaLiga Promises que se ha celebrado en Al Ain (Abu Dhabi, Emiratos árabes). El futbolista del Real Madrid ha marcado cuatro goles en la final ante el Sevilla FC para dar un golpe en la mesa y hacer el mejor regalo posible a su padre, aunque fuera a su equipo del alma. Y a las orillas del desierto.

Las celebraciones especiales de Reyes

Un padre al que el pequeño le dedicó los goles alzando los dos brazos y señalando al cielo, aunque también llevó a cabo otros festejos con significados muy especiales para él. Nueve goles en LaLiga Promises, nueve celebraciones cargadas de sentimientos.

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El jugador madridista se señalaba el brazo por un tatuaje de su cara de niño que tiene en esa zona su tío Michael y, además, realizaba un corazón para su madre para darle las gracias por estar siempre a su lado.

El rey del desierto

Reyes, un chaval de 12 años que va para crack, lloró como lo que es, un niño, nada más pitar el árbitro el final. José Antonio, su padre, estaba viendo el choque desde el cielo y ayudó a que su hijo jugara como los ángeles. Luego marcó cuatro goles, todos diferentes, para amargar al Sevilla.

Con la izquierda, con la derecha y de falta. Un partido perfecto para convertirse en el mejor futbolista del torneo y acaparar muchas portadas. Reyes apareció cuando suelen aparecer los grandes: goles en los cuartos de final, en las semifinales y en la final.

Al acabar, su madre y su abuelo bajaron al césped para estar con el niño. El niño de Reyes ya no es el niño: es José Reyes. Pronto, si sigue a este ritmo, será una de las estrellas en el fútbol español. Como lo fue su padre.