Gareth Bale fue la novedad en el último entrenamiento del Real Madrid antes de la visita al Real Zaragoza en octavos de final de la Copa del Rey, encuentro en el que no se espera que Zinedine Zidane fuerce al galés, que trabajó al mismo ritmo que sus compañeros en un grupo sin Mariano Díaz por molestias.
La mejoría de Bale del leve esguince de tobillo que sufrió el pasado miércoles en Salamanca, en el estreno copero del Real Madrid, le permitió iniciar el entrenamiento junto al resto de la plantilla.
Zidane lo esperaba el lunes pero su vuelta a la dinámica de grupo se retrasó 24 horas, lo que complica su entrada en la convocatoria para viajar a Zaragoza pero amplía sus posibilidades para la participación en el derbi madrileño frente al Atlético de Madrid del sábado en el estadio Santiago Bernabéu.
La ausencia de la mañana en la ciudad deportiva de Valdebebas fue Mariano Díaz, que no saltó al césped por unas leves molestias en los últimos días del mercado invernal en los que el Real Madrid ha recibido numerosas propuestas por el jugador que debe decidir su futuro.
Los lesionados Marco Asensio y Eden Hazard comenzaron la mañana con trabajo específico en el gimnasio y no se dejaron ver sobre el terreno de juego. El regreso del belga no se producirá en el derbi, como estaba marcado como objetivo, y deberá esperar más tiempo una vez superados los dos meses de baja.
Zidane terminó de preparar el duelo copero ante el Real Zaragoza con una suave sesión de entrenamiento. Tras los rondos los jugadores madridistas realizaron series de carrera y rondas de centros con remates a portería.