El Tottenham de José Mourinho busca a la desesperada un refuerzo para el ataque. Porque, tras la lesión de Harry Kane, que estará varios meses de baja, se han quedado sin delantero centro. Por ese motivo, rastrean el mercado en busca de un ‘killer’. De momento, han fichado a Steven Bergwijn, desde el PSV Eindhoven, pero se trata de un extremo, no de un goleador.
Una situación que el Real Madrid pretendía aprovechar para endosarles a Luka Jovic. El internacional serbio llegó este verano, a cambio de 60 millones de euros, después de una temporada magnífica en el Eintracht Frankfurt. Sin embargo, no ha cumplido con las expectativas, y apenas lleva un gol en toda la temporada. Algo que ha colmado la paciencia de Zinedine Zidane.
El técnico francés en todo momento cuestionó su llegada, y el tiempo le ha dado la razón. Florentino Pérez, su gran valedor, también se ha cansado de él, y espera recuperar la inversión que realizaron. Por suerte, a sus 22 años, aún tiene mercado, y varios clubes confían en sus capacidades. Lo que está claro es que en el Santiago Bernabéu no tiene ni presente ni futuro.
Una puerta menos.
Y Jovic, mientras, sigue desaprovechando oportunidades. Porque había gente que aseguraba hace unos meses que, en cuanto tuviera la ocasión de demostrar su valía, lo haría. Pero ya ha tenido minutos, aprovechando la baja de Karim Benzema, y no ha cambiado nada.
En la Supercopa de España jugó contra Valencia y Atlético de Madrid, y apenas aportó nada. Y peor aún lo hizo ante el Zaragoza, en Copa del Rey. Ni marca, ni genera peligro.
Solo estorba.