El Real Madrid es consciente de que se avecina un mercado de fichajes distinto a lo habitual. El conjunto blanco no es ajeno a los problemas económicos derivados del coronavirus y contendrá los gastos estando por el momento más centrado en vender futbolistas que en adquirir nuevos. También representan un trabajo importante de la dirección deportiva los asuntos relacionados con los futbolistas que vuelven de cesión, que, en su mayoría de casos, no tendrán hueco a las órdenes de Zidane.
Las dos excepciones serán Álvaro Odriozola y Lunin. Que el portero ucraniano volvería para quedarse era un secreto a voces. Alphonse Areola retornará de su préstamo al PSG para dejarle hueco al cancerbero como suplente de Courtois. Más dudas había con respecto al lateral, pero, según informa AS, finalmente tendrá hueco en el equipo diseñado por José Ángel Sánchez con Zidane.
Desde el pasado mes de enero milita en calidad de cedido en el Bayern de Múnich, y el rendimiento que ha ofrecido en el club bávaro ha convencido a los técnicos blancos pese a que no ha disputado un gran número de partidos desde entonces.
La venta de Achraf al Inter de Milán y la situación económica ya comentada empujan al Real Madrid a tomar esta decisión por un futbolista que aún tiene contrato con el conjunto blanco hasta 2024, que costó en su día 30 millones de euros y al que aún no se le ha acabado el crédito. Además, todavía opta a ser campeón de la Champions League el próximo 23 de agosto.