Marcelo vive su peor momento en el Real Madrid. El brasileño quedó como uno de los grandes señalados de la gran crisis sufrida en el equipo de Zinedine Zidane hace unas semanas, cuando se especulaba con el adiós del técnico al banquillo. Ha desaparecido de los onces, no goza de minutos y se ha convertido en un suplente habitual, con todas las estadísticas en su contra.
Un apagó previsible que no deja de ser sorprendente. Acostumbrado a rotar, y de manera sorprendente, durante toda su etapa como entrenador del Real Madrid, Zidane ha apostado ahora por un bloque fijo. Apenas hay cambios en el once y los suplentes son más suplentes que nunca. Ahí aparece Marcelo, que no juega un partido desde hace un mes en beneficio de Ferland Mendy.
Su ausencia de los planes del técnico va justificada con rendimiento. El brasileño está lejos, muy lejos de su mejor nivel. Su calidad es incuestionable, pero ha quedado más que señalado en los partidos en los que le ha tocado ser titular. Su repliegue defensivo suele hacer aguas y tampoco brilla como años atrás en ataque.
Con todo esto, Zidane ha dado la confianza de la banda izquierda a Mendy, que sí da más fiabilidad defensiva al equipo. Un hecho que ha provocado el apagón total de Marcelo, que sólo ha jugado en seis partidos de los 20 que lleva disputados el Real Madrid esta temporada. Y de esos seis, cuatro acabaron con derrota.
Marcelo ha sido suplente en los seis últimos partidos de manera consecutiva. Su último encuentro fue ante el Alavés, que también acabó con derrota de manera sorprentente. A sus 32 años, el brasileño aún tiene contrato hasta 2022. Con su futuro en el aire, su adiós del once de gala ya es una realidad.