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Las lesiones hacen dudar a Zidane: ¿solución o nueva realidad?

Zidane devuelve un balón durante el Real Madrid-Athletic de la Supercopa de España (Foto: RFEF).
Roberto Morales

Zinedine Zidane dio un giro táctico a su equipo frente al Getafe CF por las circunstancias. Suele ocurrir cuando al Real Madrid le castigan las lesiones. Recientemente lo hizo Santiago Solari y un recuerdo instalado con éxito en el club, llegó con Vicente del Bosque y la conquista de la octava Copa de Europa. Ante el Valencia se comprobará si es una solución de urgencia o un recurso con continuidad.

París, 24 de mayo de 2000, final de la Liga de Campeones. El Real Madrid conquistaba con autoridad en una final española, ante el Valencia, su octava Copa de Europa con un 1-3-5-2 como sistema. Iván Helguera, Aitor Karanka e Iván Campo eran los centrales de los que tiró Del Bosque para escapar de la crisis y alcanzar la gloria.

Había ascendido al banquillo del primer equipo por la destitución de John Benjamin Toshack y en un derbi ante el Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón, dos meses antes de la final europea, se protegió con un nuevo sistema y firmó un empate a un tanto. El dibujo le gustó tanto a Del Bosque, que pese a no responder al patrón clásico en la historia del club, lo mantuvo hasta el final de temporada para sacar lo máximo de su plantilla y acabar logrando un éxito para el recuerdo. Manchester United y Bayern Múnich lo sufrieron en cuartos y semifinales de la 'Champions'.

Un sistema que surge para Zidane de la necesidad

En el presente Zidane es inmovilista con sus sistemas. A riesgo de que se le tilde de tener cortos conocimientos tácticos por sus lecturas de partidos o por insistir en un 1-4-3-3 dando prioridad al perfil de su plantilla y sin mirar el dibujo del rival. Sin embargo, en el último encuentro se vio forzado a innovar y recuperar una prueba que realizó hace dos temporadas pero que no tuvo continuidad en partidos oficiales. Nueve bajas y tan solo once jugadores de campo. Sin ningún lateral derecho por las lesiones de Dani Carvajal, Álvaro Odriozola y el 'comodín' Lucas Vázquez. Le salió bien al técnico francés, descubriendo nuevas posibilidades a explotar con Ferland Mendy como central, dotando a su equipo de la estabilidad defensiva que le faltó recientemente. El Getafe no disparó ni una sola vez a la portería de Thibaut Courtois.

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Solari, el último precedente

La última vez que se había visto un sistema con tres centrales en el Real Madrid fue con Solari, el 13 de enero de 2019 en el Benito Villamarín. Se encontraba a diez puntos del líder, el Barcelona, con ocho bajas y dos jugadores a los que demostraba que ya no contaba con ellos, el brasileño Marcelo e Isco Alarcón. Recurrió al cambio de sistema y de identidad de su equipo ante el Betis. Logró acabar con los errores defensivos que tan caros le habían costado, con Sergio Ramos, Nacho Fernández y Raphael Varane como centrales, Carvajal y Sergio Reguilón ocupando las dos bandas enteras. El triunfo reforzó a Santi pero una imagen tan defensiva no pudo tener continuidad en un club del perfil madridista.

Zidane observa el partido de sus jugadores.

La puesta en práctica con Zidane fue distinta. El Real Madrid se instaló en campo contrario, dominó y minimizó al rival. Lo vivido ante el Getafe genera la duda para el Valencia. El técnico recupera a Dani Carvajal y Lucas Vázquez, dos jugadores de un perfil perfecto para mantener el sistema, aunque el regreso del alemán Toni Kroos tras sanción, da más opciones a la vuelta al dibujo habitual. La habilidad en la estrategia, una virtud que nunca se le reconoció a Zinedine, se pone a prueba en un momento clave de la temporada en la que su equipo toma vuelo o se verá sin opciones a las primeras de cambio.

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