Aquellos que siguen las andanzas de los equipos de la cantera del Real Madrid lo tenían claro: Antonio Blanco iba a acabar tarde o temprano jugando en el primer equipo. Lo cierto es que tardó más de lo esperado, pero al final Zinedine Zidane le dio la oportunidad y el cordobés no ha decepcionado.
En su primera titularidad, en el Carranza, Blanco cuajó un partidazo y dio una lección de veteranía en el centro del campo cuando sólo cuenta con 20 años. Lo hizo, además, con la difícil papeleta de 'suplir' las bajas de Toni Kroos y Luka Modric, dos de los mejores futbolistas del mundo en su posición.
Una sustitución entre comillas ya que, evidentemente, no jugaron de lo mismo, aunque el canterano se compenetró de perlas con Casemiro. Su posición permitió al brasileño liberarse al ataque en un año en el que este está siendo más decisivo que nunca con goles y asistencias.
Mientras, Antonio Blanco se encargaba de recorrerse todo el campo en busca de ofrecer un apoyo cuando el Real Madrid tenía el balón y para intentar robarlo cuando los de Zidane lo perdían. Una doble tarea que realizó con una confianza y una precisión que demuestra que está preparado para grandes cosas.
Junto a otros futbolistas a los que Zidane ya ha dado la alternativa, como Arribas, Marvin, Blanco o Chust, el andaluz fue clave en la Youth League conquistada el año pasado con Raúl a los mandos. El primer gran título de una carrera que promete.
Aunque el claro protagonista en Cádiz fue Karim Benzema, el partido sirvió también como confirmación de Antonio Blanco. Ante la ausencia de un sustituto natural para Casemiro, Zidane toma nota y tiene mucha pinta de que el canterano tendrá ficha el próximo año con el primer equipo del Real Madrid.