El Real Madrid ha llegado justo de fuerzas al momento en el que se deciden los títulos grandes. Lo avisó Zinedine Zidane cuando con sinceridad admitió que estaban al límite, y la inferioridad en el físico ante el Chelsea en el primer capítulo de semifinales le obliga a jugarse la LaLiga Santander con la segunda unidad ante CA Osasuna y guardar fuerzas para la batalla de Londres.
Es el momento al que siempre se refiere Zidane cuando repite que necesita a todos sus jugadores metidos. En una temporada atípica, en la que ha sufrido hasta 56 lesiones en su plantilla entre contagios por coronavirus, percances musculares y otros de mayor gravedad, tiene a su equipo con opciones de ganar LaLiga Santander y la Liga de Campeones.
El empate en el estadio Alfredo di Stéfano ante el Chelsea (1-1) y, sobre todo, la imagen de inferioridad en el apartado físico, sitúan a Zidane en una situación compleja. La vivió en la semana de cuartos de final de 'Champions' ante el Liverpool y el clásico de por medio. Salió vencedor pero la factura la pagó posteriormente. Provoca que tenga claro el camino a seguir antes de acudir obligado a marcar a Stamford Bridge. Ante Osasuna dará paso a la segunda unidad.
"Está claro que hay que gestionar los minutos de los jugadores porque tenemos un partido el sábado y hay que estar bien físicamente para la vuelta porque nos espera otro partido igualado ante el Chelsea, complicado seguro", reconoció en caliente nada más acabar el partido.
Zidane había visto como pilares de su equipo eran superados por su rival. Con Dani Carvajal sin ritmo de competición aún tras haber jugado solamente dos partidos en todo el 2021 y, pasados dos meses desde su última lesión muscular, jugar de golpe encuentros de la intensidad más alta. Su carga de minutos ha ido subiendo desde su regreso. Media hora ante el Cádiz, 68 minutos contra el Betis y 76 en el campo ante el Chelsea pero aún le queda para acercarse a su nivel.
La preocupación en el caso Marcelo que volvió a sufrir en un partido grande y tuvo que ser sustituido. Desconocido Casemiro, superado por el ritmo de juego que impuso el conjunto inglés. Sin estar al cien por cien Toni Kroos ni Luka Modric, recién recuperados de dos inoportunas molestias que les hicieron jugar mermados. Al límite del agotamiento Vinicius.
Es la realidad que maneja Zidane que apostará por rotaciones masivas el sábado para medirse a Osasuna con la obligación de ganar para mantener las aspiraciones al título liguero, de nuevo en su casa, después de la oportunidad perdida la última jornada con un empate sin goles frente al Betis que ya mostró a un equipo fundido.
Pendiente de recuperar a Sergio Ramos, Ferland Mendy y Fede Valverde. Todos ellos con opciones de reforzar al equipo en Stamford Bridge y la necesidad de un rodaje previo. Necesitarán minutos ante Osasuna. Como Eden Hazard que ha aparecido dos ratos en los dos últimos partidos y debe dar el paso al frente desde el inicio. Jugadores como Isco Alarcón, Marco Asensio y Rodrygo deberán asumir responsabilidad en un partido importante.
El Real Madrid no quiere decidir entre competiciones. Todo el esfuerzo de remontar en Liga, donde llegó a estar a doce puntos del Atlético de Madrid, se puede ir al traste si no cambia su dinámica -cinco puntos de los nueve últimos- y está a solo dos partidos de la decimocuarta Copa de Europa. Zidane priorizará sin renunciar a nada.