La polémica está servida. En el Real Madrid no andan para nada satisfechos con la actuación del colegiado durante el partido ante el Sevilla FC. Todo, por una jugada que decantó el partido. Tras un córner botado por el equipo visitante, el balón golpeó en la mano de Militao, que, de espaldas, no vio el balón. La jugada siguió y Bono, en el otro área, derribó a Benzema.
El colegiado en primera instancia señaló penalti, pero al revisar la jugada en el VAR, cambió su decisión inicial para señalar pena máxima favorable al Sevilla. Rakitic transformó el lanzamiento.
La jugada es muy similar a una vivida en el Wanda Metropolitano en la que Felipe, jugador del Atlético de Madrid, golpeó el balón con la mano y el penalti quedó sin ser sancionado. El enfado del aficionado madridista era notorio en redes por la disparidad de criterios.