El Real Madrid llegó al partido contra CA Osasuna en buen momento tras golear al Shakhtar Donetsk y llevarse el Clásico, pero se topó con el muro rojillo, en defensa de cinco, y le faltó fluidez e ideas en los últimos metros para romper el 0-0. Tercer partido seguido sin ganar en el Santiago Bernabéu para los del italiano Carlo Ancelotti, mientras que los rojillos siguen invictos lejos de El Sadar.
El día amaneció frío en Madrid, pero fue mejorando, aunque el ambiente dentro del Santiago Bernabéu, ya a partir de las 21:30 horas CEST, con límite de 50.000 espectadores -acudieron en torno a 35.000- por las obras, y no por la pandemia por primera vez desde la vuelta del público, se pareció al de primera hora del día en la capital de España. Y se transmitió a su equipo.
Extraño para un Real Madrid que volvió después de un mes a su casa y que llegaba tras darle la vuelta al peor momento de la temporada, con una goleada en Champions League contra el Shakhtar Donetsk (0-5) y la victoria en el clásico (1-2).
En defensa de los aficionados madridistas, los de Osasuna sí se hicieron notar en lo alto del Santiago Bernabéu, es que el ritmo no acompañó. Los de Ancelotti dominaron el balón a placer en la primera mitad, con un 74 por 100 de posesión, pero siempre a dos o más toques.
Imposible romper así la defensa de cinco que propuso Jagoba Arrasate para su visita el feudo madridista, un plan que, por lo visto en el terreno de juego, tenía como objetivo llegar vivos a los instantes finales ya que en los primeros 45 minutos solo inquietaron al belga Thibaut Courtois, quien jugó de inicio tras el susto en la rodilla frente al Barcelona, en un cabezazo alto de Kike García en un saque de esquina.
En el Real Madrid, el brasileño Vinicius Junior volvió a ser el agitador. Sobre el césped e intentando animar a la grada en el minuto 15, justo después de que Ancelotti dijera en la rueda de prensa de la víspera que debía concentrarse menos a lo que ocurría en dicha zona.
Suya fue la mejor ocasión de los locales, en un disparo cruzado en el m.30 que Sergio Herrera despejó a saque de esquina. Del extremo estuvo muy pendiente Jon Moncayola, ayudando a Nacho Vidal ya que no podían dejar a ‘Vini’ en el uno contra uno que generaba el 5-3-2 de Arrasate.
Tras el descanso, en el que Ancelotti optó por Rodrygo en lugar de Camavinga, retrasando a Asensio al centro del campo, para intentar dar verticalidad a los suyos, fue Moncayola el que a punto estuvo de ser protagonista. Contragolpe de Osasuna, el primero que lograban, en el m.50, que el centrocampista estuvo a punto de culminar en gol, pero su remate forzado se estrelló en el palo.
Esto sirvió de estímulo para el Real Madrid, que comenzó a encerrar a Osasuna en su área. En la primera mitad optaron por los disparos lejanos, y en la segunda fueron los centros la táctica usada para intentar derribar el muro pamplonés. Justo en un envío lateral de Rodrygo, corriendo al espacio, los locales rozaron el 1-0, pero su compatriota Vinicius no pudo llegar a rematar por poco.
Dos minutos más tarde, en el m.61, el francés Karim Benzema tiró de calidad individual para intentar desatascar a los suyos, pero esta vez no le sirvió el frotar la lámpara. Se inventó un pase de escándalo a ‘Vini’ seis minutos más tarde para dejarle solo delante de Sergio Herrera, pero, además de errar en el mano a mano, la acción se anuló por fuera de juego.
A situaciones desesperadas, medidas desesperadas; debió pensar Casemiro. Minuto 81 y seguía el 0-0 en el marcador, vio adelantado al guardameta de Osasuna y disparó desde su propio campo. Volvió el silencio casi sepulcral al Santiago Bernabéu, aunque esta vez de tensión, pero el balón se marchó fuera por poco.
Siguió intentándolo el Real Madrid desde la banda, pero sin encontrar rematador mientras el serbio Luka Jovic calentaba en la banda sin llegar a participar en el partido.
Un punto que deja líder provisional a los de Ancelotti, pero a la espera de lo que haga el jueves la Real Sociedad en casa del Celta de Vigo. Por su parte, el Osasuna se coloca en la sexta posición y sigue invicto lejos de su estadio, con cuatro victorias y un empate.
A la espera de Haaland ahí tienen a Mariano Díaz, un delantero centro rematador, de área, un killer.